Los estudios demuestran que actividades como caminar por el bosque favorecen el cuerpo y la mente.

Cuando te diriges a un bosque, el organismo comienza a cambiar en cuestión de minutos: disminuyen la presión arterial y la frecuencia cardíaca, y lo más probable es que tu estado de ánimo comience a mejorar. Varios estudios confirman que las incursiones frecuentes en la naturaleza también pueden reducir los niveles de la hormona del estrés, combatir la depresión, facilitar un mejor sueño, fomentar la creatividad y hacer a las personas más amables y menos agresivas, entre otros maravillosos beneficios.

Los japoneses se toman estos beneficios en serio lo llaman shinrin-yoku, o baños forestales y utilizan la inmersión contemplativa en la naturaleza como una forma de terapia. Puedes darte un baño en la naturaleza tú mismo si sales a dar un paseo reparador por el parque, si trabajas en el jardín o si te sientas a escuchar los pájaros durante 15 minutos debajo de un árbol en el patio trasero.

El instinto nos dice que con frecuencia estas actividades nos levantan el estado de ánimo y nos calman, pero la relación entre el tiempo que pasamos en entornos naturales y una mejor salud mental también está respaldada por una gran cantidad de investigaciones. Por ejemplo: en una encuesta británica, las personas que habían pasado 120 minutos en la naturaleza durante la semana anterior fueron mucho más propensas a reportar buena salud y bienestar que quienes que no estuvieron expuestas a la naturaleza, “incluidos los adultos mayores y las personas que tienen problemas de salud persistentes», también se reveló que “el contacto con los espacios verdes reduce significativamente los niveles de cortisol salival, un indicador fisiológico del estrés”, sin olvidar que también parece reducir el riesgo de diabetes tipo 2, enfermedades cardiovasculares y muerte prematura».

Es más importante que nunca en el mundo moderno, cuando muchos pasamos varias horas del día bajo techo y frente a pantallas, “Nos estamos privando de este recurso gratuito que hace surgir lo mejor de nosotros”.

Más consejos para encontrar la calma en la naturaleza:

Olvídate del reloj

Lo más importante es visitar la naturaleza sin prisa, casi siempre llevamos algún tipo de horario laboral en la mente, y lo mismo sucede en la vida cotidiana: debemos caminar una cierta cantidad de millas en un tiempo determinado. Pero ¿por qué no simplemente sentarse debajo de un árbol durante una hora?”. Y definitivamente guarda el teléfono, o al menos ponlo en modo avión, porque el agua tiene sus propias virtudes curativas.

Usa todos tus sentidos

Empieza por sentir el aire en la piel, siéntate, “cierra los ojos y siente que formas parte de ese lugar”. Tal vez desees caminar despacio y ver lo que percibes en el camino.

Prueba ocuparte del jardín

Simplemente sentarte en silencio en un hermoso jardín es en sí un elixir, pero el acto de cultivar un huerto también tiene incontables beneficios, por ejemplo, señala que cuidar las plantas es una actividad enriquecedora y que “las actividades enriquecedoras se vinculan a la liberación de endorfinas y de oxitocina, ambas tienen efectos favorables para la salud mental”.

Haz ejercicio al aire libre

Es sabido que la actividad física reduce el estrés, pero los estudios han demostrado que el efecto es mayor cuando se realiza al aire libre en un entorno natural.

Incorpora el color verde

Se ha demostrado que incluso una mayor presencia de color verde en los ambientes interiores reduce la ansiedad, tal vez porque lo asociamos con la naturaleza. Algunos han sugerido que este efecto calmante es la razón por la que los actores tradicionalmente han tenido “salas verdes” donde esperar antes de actuar.

Lleva la naturaleza al interior

“Las personas en realidad se enferman menos”, dice, y señala estudios que demostraron que incluso tener plantas en las habitaciones de los pacientes en los hospitales puede producir mejores resultados en la salud. Las empresas también están incorporando una gran cantidad de vegetación en los planos de las oficinas. La enorme sede de Amazon en Seattle, conocida como The Spheres, se inauguró en el 2018 con biodomos recubiertos de paneles de cristal que albergan cerca de 40,000 plantas con el fin de inspirar la creatividad de los empleados.

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