El plátano es una fruta de inconfundible sabor y aroma, además de presentar un aspecto de lo más atractivo por su color amarillo. Su sabor, aroma y la alta concentración de nutrientes convierten a esta variedad en una de las favoritas de consumidores de todas las edades.

Pero entre las ventajas del plátano hay quizá otra que también le ha llevado a conquistar la mesa de los cinco continentes: esta sabrosa fruta, protegida por un higiénico envoltorio natural que la preserva de la contaminación externa y facilita su transporte, resulta tan cómoda de pelar y de comer que se puede disfrutar en cualquier lugar, sin necesidad de servilleta ni de cuchillo.

Propiedades del plátano

El plátano es rico en hidratos de carbono, especialmente en azúcares simples si está maduro. Estos azúcares, glucosa, sacarosa y dextrosa, constituyen una fuente de energía rápida. Es por ello ideal para recuperar nutrientes tras realizar un esfuerzo físico.

Además, el plátano tiene un bajo contenido de proteínas y pocas grasas, sin colesterol. Entre los minerales que contiene se destaca el potasio y el magnesio.

Por lo que respecta a las vitaminas, el plátano es rico en betacaroteno, vitamina C, E y ácido fólico.

Entre sus beneficios que proporciona el plátano se destacan:

Ayuda a regular la hipertensión arterial

Gracias a la concentración de potasio que presenta, el plátano es un bien aliado si se desea bajar la hipertensión arterial. Según los especialistas, un plátano proporciona un entorno a un 15% de las necesidades diarias de potasio de una persona adulta.

Es una fuente de energía

El plátano contiene vitaminas el grupo B, ácido fólico, hidratos de carbono y potasio, ofreciendo una combinación ideal tanto para producir energía como para recuperarla. Si se consume un plátano después de hacer un ejercicio, no solo se recupera energía, también incrementa la resistencia. Las vitaminas del grupo B son básicas en el proceso de producción de energía, ayudando a proteger también el sistema inmunitario y el nervioso.

Combate el estreñimiento

Cuando están verdes, al presentar un alto contenido en almidón e hidratos de carbono, mejoran el tránsito intestinal, si bien también pueden provocar aerofagia y cierta indigestión.

Los plátanos maduros se recomiendan en caso de diarrea, ya que tienen propiedades calmantes de la mucosa digestiva.

Calma la acidez de estómago

Como ya hemos visto, la alcalinidad del plátano ayuda a combatir la acidez gástrica, especialmente si lo tomamos maduro y antes de las comidas. Consumir un plátano maduro es un remedio sencillo y eficaz para incrementar las reservas alcalinas del organismo y reducir los niveles de acidez.

Combate la artritis y la gota

Su efecto frente al exceso de ácidos también es beneficioso para hacer frente a la artritis, la gota y el reuma.

Evita la retención de líquidos

Al tener un escaso contenido en sodio y bastante potasio, el plátano evita la retención de líquido, siendo aconsejable en el caso de padecer nefritis o cálculos renales.

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